Ayuntamiento de Utrera vivió una jornada histórica con la visita de la familia descendiente de Enrique de la Cuadra, notable figura cuyo legado perdura en la ciudad. Provenientes de México, específicamente de San Luis Potosí, esta familia aprovechó su primera visita a Utrera para conocer la antigua casa-palacio de su antepasado, que desde 1939 alberga las dependencias del Ayuntamiento de Utrera.
La visita estuvo encabezada por Francisco de la Cuadra y de la Rosa, tataranieto de Enrique de la Cuadra y hermano del actual Marqués de San Marcial. Francisco acudió a Utrera acompañado de su esposa y su hijo, en un viaje que no solo marcaba un reencuentro con sus raíces familiares, sino también un acto de homenaje a su antepasado. La comitiva fue recibida cálidamente por el historiador y escritor local, Eduardo González de la Peña, quien ha sido un guía constante para la familia en sus visitas a la ciudad. Eduardo González de la Peña desempeñó el papel de anfitrión, mostrando a los visitantes las diversas dependencias municipales que actualmente operan en la casa-palacio.
Durante el recorrido, la familia Cuadra tuvo la oportunidad de mantener un encuentro con el alcalde de Utrera, Francisco Jiménez. Este encuentro fue especialmente significativo para el alcalde, quien ya había conocido al padre de Francisco de la Cuadra en una visita previa a Utrera en 2003. La reunión permitió intercambiar recuerdos y anécdotas, fortaleciendo los lazos históricos y emocionales entre la familia Cuadra y la ciudad de Utrera.
La rama mexicana de los Cuadra se estableció en San Luis Potosí debido a los tiempos convulsos que se vivían en España a principios del siglo XX. La familia poseía acciones en la presa de San Luis Potosí, además de otros bienes. La inestabilidad en España motivó que parte de la familia se trasladara a México, donde se casaron y formaron nuevas generaciones que permanecieron en San Luis Potosí. El último miembro de la familia Cuadra que habitó la casa-palacio, antes de que se convirtiera en el Ayuntamiento de Utrera, emigró a América en 1935 tras enviudar y nunca regresó, falleciendo en México.
A pesar del tiempo y la distancia, Utrera sigue siendo un referente importante para la familia Cuadra. Esta conexión transatlántica subraya la importancia de las raíces y el patrimonio familiar, recordándoles su compromiso de visitar Utrera al menos una vez en la vida. La visita del 19 de junio no solo celebró este vínculo, sino que también reafirmó la influencia duradera de Enrique de la Cuadra en la historia y cultura de Utrera. La familia expresó su emoción y gratitud por la cálida acogida recibida, prometiendo regresar en el futuro para seguir explorando sus raíces y fortalecer sus lazos con la ciudad.